Nunca he sido ese tipo de personas.

Las que creen en trucos, en atajos, en recetas secretas.

Creo en el esfuerzo, en el trabajo y en los negocios a largo plazo.

Pero, muchas veces parece que el marketing digital está lleno de pequeños tips que “van a cambiar tu vida”.

Eso, sin duda confunde hasta al más disciplinado emprendedor.

Por eso muchas veces, al crear estrategias digitales, le ponen muchísima atención a cosas que no tienen tanta importancia.

Y muy poca a las que si.

Este, es un ejemplo más de la importancia de priorizar esfuerzos en donde más impacto tienen.

Tu campaña

Claro, estás en Mercatitlán.

El lugar en donde hablamos de estrategias digitales.

Y cómo lo he dicho anteriormente, estas estrategias consisten en 3 elementos.

Tu campaña, tu página y tu producto.

La cosa es que de esos 3, la campaña es la que más parece impactar a tus ventas.

Aunque eso sea completamente falso.

Por supuesto que la campaña es uno de los 3 elementos principales de tu estrategia y hay que ponerle mucha atención.

Pero, no más que a tu sitio.

Tu sitio

Tu sitio, tu página, el lugar hacia donde mandas tu campaña, tu landing, tu tutu o como le quieras decir.

Ese lugar es pero mucho, mucho más importante que tu campaña.

Me parece super obvio, ya que ahí está dirigida la campaña.

Si tu campaña es buena y tu sitio es terrible, lo único que estás haciendo es convencer a más gente y más rápido…de que eres malísimo (además, estás pagando por eso!!).

Mejor, si tu sitio es malo…no le armes una campaña.

La gente se irá enterando poco a poco de que eres malo y te ahorras mucho dinero.

La única manera que tiene un cliente potencial de saber si tu producto es bueno o malo antes de comprarlo es basándose en tu sitio.

Y si tu sitio no está de 10 (me sentí escritor de la Rosa de Guadalupe) aún no está listo para escalarlo con campañas.

Míralo de esta manera:

Imagina que tienes un restaurante y lo estás apenas construyendo.

Compraste un local que estaba un poco destruido pero vas poco a poco remodelándolo.

Por ahora, en la entrada hay una banqueta rota y la gente se puede tropezar.

En medio del restaurante hay una gotera y pusiste una cubeta.

Aún no les traen la terminal bancaria, por lo que el pago solo puede ser en efectivo.

Y para rematar, las sillas salieron defectuosas por lo que estás usando sillas de plástico para los comensales.

Aunque la comida sea estúpidamente deliciosa, me imagino que no vas a querer hacerle una campaña a ese restaurante.

No querrías salir en la tele, en revistas ni en ningún otro medio.

Porque eso, solo va a atraer clientes al restaurante.

Y muchos de ellos van a pensar que tu comida es malísima…solo al entrar a tu restaurante.

Muchos van a irse inmediatamente y te van a categorizar como un restaurante mediocre.

Entonces, primero arreglarías el restaurante para que esté en la misma categoría que tu excelente comida.

Y una vez hecho eso, le harías una campaña para llenarlo de clientes.

El sitio web es mucho más importante que la campaña.

Y si no quieres boicotear tu estrategia digital tienes que ir pasito a pasito suave suavecito.

Primero teniendo un muy buen sitio web, y luego…prendiéndole fuego a las ventas con una campaña que le muestre el sitio a millones de personas.

El orden de los factores, si altera el producto.

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