Hace poco terminé de leer uno de los libros que más me ha gustado este año, que como bien sabes (y si no te cuento), cada año en diciembre hago aquí en mi blog la recopilación de los mejores y peores libros leídos durante esos 12 meses. Todo para ser un conejillo de indias de tus lecturas y rifarme por el equipo.

Este último libro que leí fue “No Filter” de Sarah Frier, el librote que narra toda la historia de Instagram desde que era un bebesito hasta que llegó por primera vez borracho a su casa.

El libro es gigantesco y toma bastantes horas leerlo, pero está superdetallado y eso es lo que me gustó.

La razón por la que decidí escribir este artículo es básicamente mostrarte la romántica historia de Instagram de manera superresumida y luego contarte la triste verdad sobre el emprendimiento.

Esa historia, aunque si es real… no es lo normal (como tu hermanito el que se come los mocos).

Kevin Systrom, un “chavito bien” de Massachusetts entró a la universidad de Stanford y exactamente al graduarse, nada más y nada menos que Google le ofrece un puesto y comienza a trabajar en Google Calendar y Docs.

Al poco tiempo, por azares del destino, conoce a Jack Dorsey (el fundador y CEO de Twitter) y lo invita a ser uno de los primeros empleados de la plataforma del pajarito. Kevin lo rechaza ❌.

En un viaje a México, su novia toma una fotografía con un iPhone, pero le da pena subirla a las redes porque no tenía tanta calidad por haberla tomado con el celular, entonces ahí se le ocurre Burbn, una app para ponerle filtros a las fotos y que se vean mejor desde el móvil (filtros que se terminarían usando junto con la duck face).

Renuncia a su trabajo a la “Yolopreneur” y dos semanas después levanta inversión de uno de los VCs más importantes del mundo (Andreessen Horowitz) por $500,000 usd.

Después de su ronda de inversión, conoce a Mark Zuckerberg y se hacen bastante amigos (¿cómo le hizo Robo Zuck 🤖 para desarrollar emociones y entablar una amistad? Es un misterio...).

Lanza Instagram y se vuelve súper viral en muy poco tiempo (más que el video de tu prima la borracha). Tanto así que Selena Gomez baja la app… y eso hace que Justin Bieber (que le andaba tirando los perros) la baje también.

Justin comienza a subir contenido y a amasar una gigantesca fanbase ahí; se da cuenta del poder que tiene sobre la plataforma por ser uno de los primeros usuarios famosos y amenaza a Kevin (Systrom, no el de Mi Pobre Angelito) que se va a ir de la plataforma a menos que le dé un porcentaje de acciones, ya que él estaba jalando a todo el mundo a unirse.

Kevin lo rechaza y Justin se sale de Instagram… hasta que se pelea con Selena (Gomez, no la reina del tex-mex) y no le queda más que volver a abrir su perfil para metichear que estaba haciendo su ex (hasta los más famosos son stalkers).

Para este entonces, ya eran bastante famosos y Ashton Kutcher les escribe para invertir en Instagram. Esta vez con dinero, no con posts como quiso hacer Justin, y ellos aceptan.

No creas que estoy contando todo muy rápido y resumiendo años en 4 párrafos, todo esto pasó cuando Instagram llevaba solo unos meses en el mercado (pero estaba creciendo más que la humedad de tu pared en temporada de lluvias).

Jack Dorsey ofrece comprar Instagram cuando apenas tenía 7 empleados y no generaba nada de dinero, Kevin le pone el precio de 500 millones de dólares y Jack los rechaza que porque “está re caro”.

Entonces, unos meses después, Robo Zuck le marca a Kevin y le dice que ofrece comprarlos por el doble de lo que estaban pidiendo, saca la cartera y desenfunda la tarjeta black y le da mil millones de dólares por la compañía.

13 empleados, 18 meses después de su creación y sin haber generado un solo dólar… Instagram se vende a Facebook por mil millones.

Sí, la historia si es así de romántica.

Sí, todo pasó en solo unos meses.

Sí, conoció a Jack, Mark, Justin y Ashton por casualidad.

Sí, solo trabajo 18 meses para hacerse billonario.

Sí, sí, sí y todo sí.

Acabo de resumir más de 350 páginas de un libro en un blogpost, la historia es bastante más compleja… pero pasa en los mismos 18 meses.

Justamente te quería contar esta historia de romance para que… no creas en esto.

El emprendimiento es precisamente todo lo contrario a lo que le pasó a Kevin Systrom.

Es tardado, es duro, requiere mucha paciencia.

Nadie invierte en ti a las 2 semanas de un prototipo.

La celebridad más grande del mundo 😎 no va a bajar tu app.

No va a haber una pelea de egos para darte dinero.

Esa es la realidad, ya sabes que yo soy más crudo que el sushi… y por eso te lo quiero decir.

Creo que el mundo de las redes sociales pintan al emprendimiento como si todos fueran Instagram y alguien tiene que salir a decir que esos cuentos de hadas son imposibles.

Pero aun así, aún en contra de todo, aún tardando años en generar ingresos, aún con paciencia y dedicación, aunque cueste lo que realmente cuesta… el emprendimiento es de las cosas más bonitas que te pueden pasar en la vida.

No, no son mil millones en 18 meses, pero ser emprendedor es vivir la vida en su mejor versión.