Contenido
Contenido, contenido y más contenido.
Lo sé, siempre regañándote de las mismas cosas: la primera es que hagas más contenido y la segunda es que realmente te cuestiones si el pan de muerto y la rosca de reyes saben tan bien como la gente piensa.
En este mundo de redes sociales en el que vivimos, si no estás haciendo contenido…estás frito.
Pero, este artículo no va a ser uno más en el que te explico la importancia de generar contenido de valor para posicionarte ante tus seguidores como una figura de autoridad…no.
Este artículo va pensado con base en una de las excusas principales a la hora de regañarte sobre el contenido.
Obi Juan Kenobi, entiendo la importancia de crear contenido, pero ¿a qué hora lo hago si tengo que estar trabajando todo el día?
Y es correcto, yo se que no eres Luisito Comunica y que tienes muchos otros pendientes en la vida aparte de crear contenido, se que eres un chef que tienes que estar todo el día en la cocina revisando que todo salga bien, o que eres un dueño de negocio que tiene que estar firmando y revisando papeleo, lo sé.
Sé que no todo tu día se puede destinar a estar haciendo videitos de YouTube o historias de Instagram.
Sin embargo, si no produces el contenido necesario, jamás vas a poder tener éxito en las redes, es por eso que desarrolle una metodología que te va a permitir generar mucho contenido de calidad sin gastar tanto tiempo.
En las épocas en las que los suelos americanos aún no habían sido conquistados y Apple y Blackberry eran solo frutas…habitaban las tierras los famosos nativos americanos.
Si, los mismos que en Pocahontas o Peter Pan bailan, la pasan bien y saludan diciendo “how”.
En las tribus de nativos americanos, el líder de la tribu tenía la obligación de conseguir alimento para todos sus habitantes, es por eso que cada determinado tiempo, salían cabalgando en busca de cazar uno de los animales más grandes y salvajes que existían…los búfalos.
En ese entonces, cazar un búfalo significaba comida para toda la tribu, los búfalos son gigantescos y tienen mucha carnita de donde agarrar.
Pero no era una tarea fácil, requería muchísimo esfuerzo por parte de varios nativos americanos (no como hoy en día que simplemente sacas tu app de Uber Eats y pides búfalo wings a domicilio con tres clics).
Para empezar la caza de un búfalo, el líder tenía que cabalgar con su caballo (pues ni modo que cabalgar con su perro, ¿verdad?) durante horas y horas hasta encontrar una manada.
Obviamente las manadas de búfalos trataban de no estar junto a las tribus humanas…son búfalos, no tontulos.
Una vez encontrada la manada, el líder tenía que proceder a cazarlo…sin embargo no podía acercarse mucho al búfalo ya que, si este se enojaba podía embestir a su caballo y entonces se metía en un mega embrollo al quedarse a horas de su tribu y sin medio de transporte.
Entonces, para no arriesgar a su caballo, el líder tenía que alejarse bastante e intentar cazar al búfalo con su arco y flechas.
En efecto, la tarea se iba haciendo cada vez más complicada…de entrada había que atinarle al búfalo desde muy lejos, y una vez que le daba, obviamente el búfalo salía corriendo.
De nuevo, el nativo salía cabalgando detrás del búfalo herido e intentaba lanzarle otra flecha mientras estaba en movimiento, y así sucesivamente hasta que después de varias y varias flechas, el búfalo perdía la batalla.
Te imaginarás cuánto esfuerzo se necesitaba del líder para cazar a un animal de 2 metros de alto, 3 de largo y media tonelada de peso…exacto.
Para cazar a un solo búfalo, un nativo americano podía tardar hasta un día completo de perseguirlo y lanzarle flechas sin parar.
Ahora bien, una vez que el líder había logrado cazarlo, ¿qué es lo que hacía con él?
Seguramente estás pensando “pues se llevaba toda la carne para alimentar a su tribu” y la respuesta es…sí pero no.
Claro que se llevaba toda la carne, pero además de eso, la tribu aprovechaba el 100% de cualquier búfalo cazado.
La carne se la comían, la piel la usaban para construir sus casitas triangulares (tepees) y para confeccionar abrigos, los huesos los usaban para crear herramientas y utensilios, los órganos como el estómago los hacían bolsas (imagina a las nativas todas presumidas con sus bolsas marca “estomagucci”) y los intestinos los transformaban en una especie de calcetines.
Lo interesante es que los nativos americanos utilizaban todo el búfalo, absolutamente todo, no desperdiciaban ni un pelito.
¿La razón? muy sencilla…cazar un búfalo era una tarea tan laboriosa que no se podían dar el lujo de comerse la carne y desaprovechar lo demás.
Si ya habían invertido días en cazar uno, más les valía que lo aprovecharan al 100%.
Así los nativos americanos dividían todo el búfalo y lo usaban para cientos de diferentes cosas, dándonos una lección de el buen manejo de los recursos.
Ahora bien, seguramente estás pensando…
“Buenísima tu clase de história mi “Juan Cabeza de Vaca”, pero ¿esto qué tiene que ver con la creación de contenido?”
Y la respuesta es…todo.
Hacer una buena pieza de contenido es como cazar un búfalo (un poco menos riesgoso, está bien) en que ocupa una gran cantidad de esfuerzo en forma de tiempo o a veces dinero.
Crear un buen artículo de un blog, hacer un gran episodio de un podcast, grabar un excelente video para YouTube o hacer un creativo tutorial para IGTV son contenidos que te pueden llevar hasta un día en producir.
Sin embargo, lo que hace la mayoría de la gente es que tarda un día completo de trabajo en crear un buen contenido y lo publica al día siguiente en su página de Facebook.
Ese día, el contenido tiene algo de alcance, al día siguiente un poco menos, y en tres días ya nadie lo consume.
Ese es el principal problema, gastar tanto tiempo en hacer algo…para después desperdiciarlo.
Es por eso que crees que no tienes tiempo para estar haciendo contenido todos los días, no te hace falta tiempo, te hace falta usar la metodología del búfalo.
En lugar de esforzarte para crear un buen contenido y publicarlo en una plataforma para verlo morir en 3 días, lo que tendrías que estar haciendo es aprovechar ese contenido ya creado.
La idea de la metodología es simple, así como los nativos aprovechaban el 100% del búfalo por que les había costado mucho cazarlo, lo mismo harás con tus contenidos.
Si eres abogado y creas un muy buen video de YouTube de una hora, hablando sobre “10 tips para cuando un policía de tránsito te detiene”, vas a aprovechar ese contenido y dividirlo como un búfalo.
Ese video de una hora, lo publicas en YouTube.
De ese video de 1 hora, sacas al menos 30 videos de 1 o 2 minutos para publicarlos en IGTV.
De ese mismo video, haces 10 artículos de tu blog, uno con cada tip.
De esos artículos, tomas las mejores en frases y creas 100 Tweets.
De tu video, separas el audio y creas dos episodios para tu podcast.
Con el mismo concepto del video, transmites 3 diferentes partes de videos en vivo.
Con los 30 videos para IGTV, cambias los encabezados y los publicas en Facebook.
Con los 5 conceptos más claros del video, haces 5 infografías para Pinterest.
Y así, así me podría seguir con ideas por varias líneas más.
La metodología del búfalo, trata de crear este mismo sentido de buen manejo de recursos que tenían los nativos americanos, en donde tú crees un buen contenido a la semana o al mes, y de ahí desprendas cientos de piezas de contenido para todas tus redes.
De esa manera, no estás gastando tanto tiempo en el contenido y puedes enfocar tu tiempo en supervisar la cocina, en firmar contratos o lo que necesites hacer con tu negocio.
Además, una vez que comienzas con esta metodología, el contenido se va acumulando y puedes empezar a reciclarlo…el mismo video que pusiste el miércoles pasado en Instagram, lo reutilizas dentro de un mes en TikTok.
Así, tu creación de contenido se va haciendo un ciclo virtuoso en el que cada vez tienes más y más piezas de contenido y cada vez te lleva menos tiempo crearlas.
No necesitas cazar un búfalo todos los días, necesitas entender cómo aprovecharlo al 100%.
Este, es probablemente el aprendizaje más grande que hay en el mundo de la producción de contenido para redes, y es la respuesta a la pregunta ¿Juan, a qué hora haces tanto contenido y a le vez manejas una startup?
Así que, cada vez que vayas a crear un buen contenido…hazlo sin remordimiento. Gasta el tiempo y el dinero necesario en él, sabiendo que lo vas a aprovechar al 100%, deja de desperdiciar contenidos que solo funcionan un día y recuerda siempre a los nativos americanos.
Espero que mi metodología te cambie la vida, pero te tengo que dejar, por que de tanto hablar de búfalos, se me antojaron unas alitas.
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